El rap tenía razón: canciones para pensar el paro

Por: Santiago Cembrano


Flaco Flow y Melanina.

El rap es como el CNN del gueto. Lo dijo el legendario Chuck D, líder de Public Enemy, a finales de los 80. Entonces, cuando el hip hop todavía se estaba consolidando, un micrófono, dos tornamesas y una instrumental bastaban para que los raperos ‘escupieran’ verdades que, de otra forma, no iban a salir al aire. La desigualdad, el racismo y la violencia policial han sido objeto de reflexión y críticas de MC desde que la cultura nació. Han abundado también los temas sobre mover el culo, matar rivales y vender y consumir todo tipo de sustancias, claro. Pero esa veta periodística y de denuncia hace parte de la columna vertebral del rap.

Desde su cuna en el Bronx, Nueva York, el hip hop ha viajado y se ha establecido en el resto del mundo: hoy es una nación sin fronteras. Y también ha viajado su vocación social, un megáfono enorme que amplifica las voces de las calles, los barrios, las esquinas, la gente. Mientras grandes medios de comunicación en distintos países reportan de la mano del poder, el hip hop eleva un dedo medio colectivo y se lo enseña al poder. Con rabia y pasión, y con mucho ingenio y habilidad, el rap cuenta historias que pintan un panorama oculto en las emisoras y canales principales. 

En Colombia, el hip hop siempre ha sido una fuerza contra el poder. Ya son casi treinta años de canciones y discos que llevan las huellas y el registro de la violencia y la injusticia así como la lucha y la esperanza desde Soacha hasta Aguablanca, desde Medellín hasta Tibú. Escucha rap si quieres escuchar a qué suena el asfalto, el margen, lo sucio que no está ni en renders ni en visitas oficiales a la Casa de Nariño. Sin limitar el campo del rap, ni sus formas más implícitas de narrar la realidad y la cotidianidad junto con otras historias y vivencias, es innegable la tradición de protesta que hay en la discografía colectiva del hip hop en nuestro país. 

En las últimas semanas, Colombia ha estado en paro. Entre el 28 de abril y el 12 de mayo, la ONG Temblores reportó 362 casos de violencia policial y 39 víctimas de violencia homicida presuntamente por parte de la policía. El país vive una de sus peores crisis de derechos humanos y gobernabilidad en la historia reciente, y eso es decir mucho teniendo en cuenta que hace apenas cinco años el Estado firmó un acuerdo de paz con la guerrilla más vieja de la región. Estamos re mal, entonces, y muchos se preguntan qué pasó, cómo llegamos hasta acá, de qué forma se puede explicar el malestar ciudadano. 

El rap tenía razón, así como canciones para explicar esta coyuntura. Estas no son respuestas desde las ciencias sociales ni la estadística, no busques en estos tracks bibliografía ni normas APA. Pero sí son versiones polifónicas y heterogéneas que permiten rastrear varias narraciones de los problemas de Colombia, manifestaciones de las causas que hacen que el país hoy esté en paro. Va más allá de la reforma tributaria, el tema es estructural. Y esa estructura ha sido analizada en rimas, así como en conversaciones casuales, entre polas y un bareto, en distintos rincones del territorio que habitamos. 

La lista no es para nada completa, ni busca serlo: sería imposible. Se quedan muchas por fuera. Hecha la salvedad, acá van algunas canciones de rap de los últimos veinte años para pensar sobre Colombia y por qué hoy estamos en paro. 

Asilo 38 – “Caminos sin destino”

En Colombia, un país abundante de recursos naturales y con jóvenes sin futuro, luchar por un país más justo puede costar la vida. Pero, ¿qué pasa cuando un pueblo siente que no tiene nada que perder? Todos los colombianos a vencer o morir”, se exclama desde Aguablanca, Cali, donde hay lomas homicidas y los niños juegan entre balas perdidas. Esta consigna deja clara la mentalidad de batalla que propulsa el rap de Asilo 38, una agrupación insignia de la historia del hip hop colombiano. Hay crítica a los medios de comunicación (“Noticieros manipulados, qué tal si supieran, tal vez no votarían por estas gonorreas”) y una declaración de principios y firmeza, sin miedo pese al peligro inminente (“Mi arma es mi voz y yo nunca pierdo fe / O qué, ¿me tumbarán como a Gaitán? / Pues mataron treinta socios y yo sigo con mi clan”). Dentro de las líneas cargadas de plomo, hay un llamado a cuidar Colombia y sus recursos y, en el coro, una reflexión que permite imaginar un país distinto: “No siempre en esta tierra se vivió así / La violencia la trajeron, no nació aquí”. Es por ese país distinto que Colombia para en este 2021, para cambiar lo que este track relata. 

Flaco Flow y Melanina – “La Jungla”

Flaco Flow y Melanina describen con un nivel de detalle desgarrador la violencia que los rodea. Cuando exclaman Maldita guerra, guerra hijueperra, vas a acabar conmigo, vas a acabar con mi tierra”, sienten el sufrimiento mientras luchan por no hundirse en las armas, y el desespero al no lograrlo. Y así siguen: Me están utilizando como carne de cañón / Llamo a mi familia y no hay nada en el fogón / Ni siquiera me pagan por esta misión suicida / Salgo con la libreta y no hay trabajo en la avenida”. Queda expuesto el absurdo de la violencia que consume al país, del servicio militar, de la lógica guerrerista. Y aunque es absurdo, no es casualidad. “La jungla” aborda ese proceso: Me obligaron a tomar las armas / Que arma, se ha ensuciado mi alma / Oh mi dios he matado un ser humano / Oh mi dios he manchado con sangre mis manos / Me felicitan por matar a un hombre / Por dejar a un niño sin padre, sin nombre”. La lucha por no hundirse en el círculo de violencia es una de las causas del paro nacional: cambiar la política de la muerte por la de la vida. 

Laberinto ELC – “La jaula de oro”

En los últimos años, el acceso a la educación, que la educación sea de calidad, que haya mayores oportunidades de empleo y que los empleos sean dignos han sido causas de paro y protesta en el país. “La jaula de oro” expone una realidad en la que la única salida para muchos jóvenes de Medellín y Colombia es despertarse en la mitad de la madrugada, pensar que la vida puede cambiar mientras el bus avanza y llegar a cumplir el turno, sin poder renunciar porque, cómo sea, hay que llevar comida a casa. 

A pesar del desasosiego que queda como producto de la rutina y su devastadora mediocridad, hay espacio para soñar. El rap, de hecho, es una forma en que la mente escapa. Pero el cuerpo sigue ahí: “¿Cómo podría volar en mi vida, si la jaula de oro no tiene salida? / Mi mente escapa de la realidad hoy día / Pero mi cuerpo muere lentamente en la agonía”. El paro busca un cambio total de la vida, que ninguna persona esté encerrada y pueda volar libremente. Laberinto deja claros los términos de esa lucha: Cómo cambiar la jaula de oro sin que los míos sufran / ¿Cómo lo logro? Dime dios ¿Cómo lo logro? / Si sigo aquí me moriré, sólo pasaré a ser uno más / Si sigo allá no soy feliz, porque sé que los míos estarán mal”.  

Diana Avella – “Hay una deuda pendiente” 

No se puede pensar el paro nacional de 2021 sin ligarlo con las movilizaciones de 2020 y de 2019. Y hay reclamos y exigencias que vienen de atrás. Hace diez años, el país marchó en contra de la Ley 30 de 1992, y a favor de garantizar el derecho a la educación. En ese contexto, Diana Avella gritó que había una deuda pendiente. Rapeó sobre educación, sí, y sobre los demás males que aún hoy aquejan a Colombia: ¿Cómo es que cual obra de terror se ven / Tantas masacres a sangre fría en la TV / Aunque yo siento más miedo de lo que no puedo ver”. No es una queja aislada: Avella señala con claridad a los responsables y les exige una respuesta: Hay una deuda pendiente / Con toda nuestra gente / Que tendrán que pagar / Ustedes, presidentes”. “Hay una deuda pendiente” no deja espacio para ambages y medias tintas. Hace décadas que el cambio era urgente, por lo que cada año que pasa sin que cesen las injusticias y la desigualdad es una ofensa directa. Y cada gobierno que no hace algo para solucionarlo es parte del problema: La indolencia también se cuenta como un crimen de Estado”, rapea Avella. Cuenta para el gobierno de Iván Duque. 

MC Kno – “La denuncia” 

¿Por qué el rap denuncia los problemas de la sociedad? ¿Por qué es importante para el hip hop estar en contra de la desigualdad, racismo, clasismo, exclusión y violencia estatal? MC Kno responde con dos preguntas: ¿Quién más que nosotros para contar historias provenientes desde Suramérica? / ¿Quién más que aquellas voces inocentes y madres histéricas?” Su denuncia es global, no solo en Colombia: pasa al estrado al Vaticano y a África. Colombia no es un país aislado de la economía y la política internacionales, por lo que el cambio local llega también con un cambio internacional. Además, la canción invita a pensar más allá de fronteras nacionales y abordar la humanidad. En todo caso, el tema sí aterriza en Colombia: Se esquivan balas tituladas ‘delincuencia común’ / De los militares somos la mira con el mejor efecto zoom / Y se escucha el ‘boom’ / Y por ende, marchas y manifestaciones / El mundo y las utopías, la realidad de mis canciones”. Con el pueblo como tribunal, la denuncia continúa: son demasiados los cargos que Kno imputa. Él, como los colombianos desde el 28 de abril, no deja de protestar: Reclamo mis derechos, siempre leal a mi virtud / Fabricando enfermedades gastan el dinero de la salud”

Ali Aka Mind – “El atraco”

Los problemas de Colombia no son solo consignas ni titulares en el periódico, tampoco variables abstractas. Se sienten como puñaladas cada día, acompañan a millones desde el café del desayuno hasta el televisor de fondo mientras se duermen. Pensemos, por ejemplo, en la inseguridad y lo jodido que es no poder estar tranquilo en el barrio, en la ciudad, en el país, por miedo a que alguien venga a robar el celular que todavía se está pagando, o la plata para comprar el almuerzo. Y sin embargo, el que roba probablemente también pasa hambre y está desesperado y sin salida. Ali Aka Mind ilustra con agudeza ambas variables de la ecuación. Es una canción llena de empatía (perdón por la palabra gastada), que busca entender la rabia del robado y el hambre del que roban, y viceversa. Al final, llama la atención hacia otro tipo de atracos, por los que se marcha en 2021: Pero ojalá tal indignación / También existiera cuando / Cuando el que hace trampa gana / O cuando al hampa se le da fama / O cuando la ley hace lo que se le da la gana / O cuando el rey abusa y reprime y nadie reclama”

Naturaleza Suprema, con DJ Z-Kruel – “Mis ancestros como guía”

El despojo y el desplazamiento, el acceso y el trabajo de la tierra, el modelo económico y su ejecución en el campo. Estas dinámicas pueden explicar cien años de violencia en Colombia, y no cesan. Lucía Varga y Karen Tovar —que juntas son Naturaleza Suprema— le cantan a esa realidad. Llegaron y tomaron las tierras de mi gente / Lo único importante es que el capital aumente / Desplazamiento se siente, calidad de vida inclemente / Como si fuera tan poco, nunca interesa el medio ambiente”, rapea Karen, un comentario sobre qué se prioriza y qué se deja de lado. El paro, podría decirse, busca un cambio de prioridades colectivo. Por su parte, Lucía toma una perspectiva histórica que se remonta hasta la colonia, lo que muestra que el raye no es de ayer, y que va a tomar más que un día para cambiarlo: Dueños de una educación que domina las masas / Enseñando que somos América, ignorando la palabra sagrada / Política limitada, al gran conquistador / Legislados por sus leyes basadas en la opresión”. Frente a esta realidad, ambas están listas para luchar y a la vez relatan el espíritu del pueblo colombiano: La camiseta, ¡lista! / La capucha, ¡lista! / La cauchera, ¡lista! Mis ancestros como guía / El corazón ardiendo, con la tierra latiendo / Vamos, somos tu rebeldía”. 

Motilonas Rap – “Líderes”

Las imágenes de la fuerza pública apuntando y disparando contra los ciudadanos en marchas de distintas ciudades del país han sido escalofriantes. Pero, como bien han señalado varios, esto no es nuevo, así ha vivido el campo desde hace rato. Líderes sociales que han trabajado por sus comunidades, por el futuro y el bienestar, por estar mejor —conceptos tan básicos como esquivos— han sido asesinados. Desde Tibú, Norte de Santander, Las Motilonas les cantan a esos líderes caídos. Les agradecen, no con un minuto de silencio sino con una vida entera gritando fuerte. Ellas recogen la causa y se comprometen a no desistir, ni por miedo, en su compromiso con el pueblo. Con el hip hop como herramienta, y con la vida tranquila y digna como norte, enarbolan su rebeldía. En el coro les rinden homenaje a los líderes, por cuya muerte —así como la protección de los que siguen en pie— el país para: Por ponerte al frente y guiar a nuestra gente, gracias / Por defender al barrio y trabajar sin honorarios, gracias / Por dar la vida en busca de salidas, gracias / Por no desistir cuando todo estaba en contra, gracias”. 

Jamblock Jr, con Izla – “De patio a patio”

Desde San Mateo, Soacha, Jamblock Jr. convocó al caleño Izla para reflexionar sobre la vida, la política y la dura cotidianidad del asfalto, apenas meses después del paro nacional de 2019. Desde el coro exclaman una consigna que funciona como arenga en una protesta o resumen de Francia en la revolución: “Los presidentes no son reyes, quiero ver / Dead presidents en los muelles”. En la estrofa de cada uno hay una mezcla de esperanza y desazón. El veterano Izla contrasta su deseo de triunfar con una realidad con la que se choca: “Me siento como en un reo en una cárcel llamada Colombia / Privado de privilegios, mi pena es honda / Mi sentencia, vivir solo con lo necesario / Observar cómo unos pocos se lucran de mi trabajo”

Por su parte, Jamblock denuncia lo rentable que es vender miedo como mecanismo de opresión y se aferra a los elementos positivos que deja en sus textos. Pero el golpe máximo llega cuando considera cómo su destino podría haber sido distinto y sumarse a las 6.402 ejecuciones extrajudiciales: Bogotá, patio 5 / Dolor nocivo, pude ser un falso positivo en su teoría del desastre”. Sobrevivió para contarlo y cantarlo, y por eso resiste y pelea. 

El Kalvo – “Polombia”

El Kalvo es un narrador habilidoso que puede encontrar veinte ángulos creativos para contar una historia aparentemente sencilla, pero en “Polombia” las ideas son directas y contundentes desde el inicio: Colombia con ‘P’ de ‘paraco’”. De ahí lo que viene es un resumen de la corrupción estructural que se denuncia en el paro nacional, con el desparpajo y sarcasmo que caracterizan al rapero bogotano: “Ruegue porque no se enferma porque en la fila se queda”. Nadie se salva: ni Álvaro Uribe, ni los de Saludcoop, Reficar e Interbolsa, ni los supuestos terceros de buena fe, ni los TLC. Manejan el país como si fuera su finca lechera, señala El Kalvo; hacen las trampas para esquivar las leyes, o, más bien, se inventan leyes para consolidar sus trampas. Si una vaca tiene más tierra que un campesino y Uribe fue presidente solo porque Escobar no pudo, ¿qué nos queda? A nadie le escampa, responde El Kalvo, pesimista. Si en esta canción no encuentras al menos una razón para marchar, quizás hagas parte de los tibios a los que él también señala como culpables.  

Alcolirykoz – “La caza de Nariño”

Que el beat relajado y soleado de El Arkeólogo no te engañe: Gambeta y Kaztro llegan con sus lenguas afiladas y la observación atenta para, en poco menos de cuatro minutos, hacer una etnografía de Colombia y parte de sus problemas. El clasismo y el racismo, la hipocresía de mandatarios y grandes artistas, la autodenominada gente de bien, el despojo y la asignación de zonas francas salen raspados tras pasar por las libretas de los de Aranjuez, Medellín. “No importan los muertos, lloran por un bus rayado / Solo les gustan las firmas de abogados”, protesta Gambeta. “Están en contra del aborto / Y contra todos después de nacer”, añade. Esta canción salió en pleno paro del 2021, aunque estaba hecha desde noviembre de 2020. Que se sienta tan vigente muestra, por un lado, que la realidad imita al arte; y por otro, que los problemas se repiten una y otra vez, y ya sabemos las causas. El paro es la forma de hacer algo al respecto.

Etiquetas: , ,

Acceder

Registro

Restablecer la contraseña

Por favor, introduce tu nombre de usuario o dirección de correo electrónico y recibirás por correo electrónico un enlace para crear una nueva contraseña.